Se hicieron intentos para determinar las dimensiones, límites, consecuencias y características de este concepto a través de la exploración y el desarrollo, y este método ayudó a identificar los puntos en común del concepto de superstición con otros conceptos. Sin embargo, es posible que algunas preguntas sobre este concepto hayan quedado sin respuesta, y futuros estudios cualitativos también pueden ayudar a aclararlas. En su búsqueda por comprender el comportamiento y las creencias humanas, los psicólogos han estudiado el pensamiento mágico y el comportamiento supersticioso durante más de un siglo. Señalan que algunos comportamientos supersticiosos tienen como objetivo evitar o contrarrestar la “mala suerte”. Esta superstición estadounidense común sobre la “mala suerte” es lo que el psicólogo Gustav Jahoda (1969) llamó una “superstición socialmente compartida” aprendida de nuestra cultura. En términos comunes, superstición (o la creencia en ella) es una palabra común y rutinaria que también se define como suerte, intuición, pensamientos irracionales y locus de control.

• A menudo, la creencia en la superstición se debe simplemente a que la gente no quiere tentar al destino.
• En realidad, se cree que la mayoría de las supersticiones son formas de resolver cualquier incertidumbre.
• Sin embargo, la superstición es la creencia de que un comportamiento o suceso particular tiene un efecto en el mundo que discrepa significativamente de una estimación lógica o científica razonable.
• Por ejemplo, en el caso de Europa, una encuesta en Alemania mostró que la mitad de la gente del norte de Alemania, el 68% de las mujeres y el 38% de los hombres son supersticiosos.
• Sin embargo, el efecto de las creencias supersticiosas en la salud mental tiene sus raíces en conceptos concretos que pueden ayudarnos a determinar si están haciendo más daño que bien o viceversa.
• En la mayoría de los períodos de la historia y en la mayor parte del mundo se han encontrado algunas tradiciones populares específicas, como la creencia en el mal de ojo o en la eficacia de los amuletos.

Las investigaciones muestran que los rituales y las supersticiones aumentan en tiempos de incertidumbre, y realizarlos puede ayudar a reducir la ansiedad y permitirnos funcionar mejor. Cuando las personas se sienten impotentes, recurrir a acciones familiares proporciona una sensación de control que, aunque sea ilusoria, puede resultar reconfortante. Después de todo, las investigaciones encuentran que las supersticiones que mejoran la suerte a veces benefician el rendimiento al reducir la ansiedad y aumentar la percepción de control. Por ejemplo, Damisch, Stoberock y Mussweiler (2010) descubrieron que activar supersticiones de buena suerte a través de dichos, acciones o amuletos de buena suerte aumentaba la confianza y, por tanto, mejoraba el rendimiento. El valor de la buena suerte parece estar relacionado con una mayor necesidad de sensación de control. Esto puede ser especialmente significativo en situaciones en las que el individuo siente cierta pérdida de control y existe la posibilidad de que ocurran eventos malos, como perder dinero.

Por Qué Tu Cerebro Te Vuelve Supersticioso

El equipo médico debe luchar contra estos pensamientos supersticiosos para reducir sus consecuencias adversas. Evitar a los gatos negros o pasar por encima de una grieta en la acera en lugar de caminar sobre ella son conductas inocuas. Por ejemplo, los trabajadores de la salud en África han tenido que luchar contra la superstición de que las infecciones por Ébola son el resultado del mal de ojo. En segundo lugar, Risen sugiere que para explicar por qué se mantienen creencias supersticiosas incluso cuando la gente sabe que no son ciertas, se debe perfeccionar el modelo existente. Las personas que tienen creencias supersticiosas y participan en acciones que reflejan esas creencias a menudo se dan cuenta, en el momento, de que sus pensamientos y comportamientos son irracionales.

• Cuando las personas se sienten impotentes, recurrir a acciones familiares proporciona una sensación de control que, aunque sea ilusoria, puede resultar reconfortante.
• Vivir en una realidad diferente a las demás, como una fuertemente influenciada por el pensamiento mágico, puede ser una experiencia extremadamente aislante, dice Torres-Mackie.
• Esta superstición estadounidense común sobre la “mala suerte” es lo que el psicólogo Gustav Jahoda (1969) llamó una “superstición socialmente compartida” aprendida de nuestra cultura.

Todas estas supersticiones tienden a aumentar la ansiedad, inducir miedo y establecer patrones de evitación en quienes creen en ellas. Algunas personas consideran que las creencias supersticiosas son útiles, mientras que otras las ven como amenazantes. Puede que sea necesario considerar las posibles ramificaciones psicológicas del mantenimiento de creencias supersticiosas. Hoy es viernes 13 y un gran número de personas en todo el mundo evitarán realizar sus actividades habituales porque temen que este día les traiga “mala suerte”. En este artículo de Spotlight, examinamos los mecanismos psicológicos detrás del pensamiento supersticioso.

Ejemplos De Pensamiento Mágico

Este objetivo se puede lograr sumergiéndose en las creencias de las personas para descubrir todas sus creencias irracionales y supersticiosas. Los valores en los que cree la persona afectan su calidad de vida y su elección de tratamiento durante la enfermedad. Una superstición cultural común es la creencia de que trae mala suerte “tentar al destino” comentando una racha de buen desempeño o salud o teniendo exceso de confianza. Más de la mitad de los estadounidenses admiten que tocan madera cuando sienten que han tentado al destino. En un estudio experimental, Keinan (2002) descubrió que el estrés elevado aumentaba ese comportamiento, especialmente en personas con una gran necesidad de control. Muchos estudios han demostrado que las supersticiones pueden tener efectos negativos en enfermedades mentales como el trastorno de ansiedad generalizada y la depresión. La mayoría de las creencias supersticiosas no tienen asociación con enfermedades mentales, pero hay algunas que pueden mostrar fijaciones en personas con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).



Las supersticiones que pertenecen a una tradición cultural (en algunos casos inseparables de la superstición religiosa) son enormes en su variedad. Muchas personas, en casi todos los tiempos, han sostenido, seriamente o medio en serio, creencias irracionales sobre métodos para protegerse del mal o traer el bien, predecir el futuro y curar o prevenir enfermedades o accidentes. En la mayoría de los períodos de la historia y en la mayor parte del mundo se han encontrado algunas tradiciones populares específicas, como la creencia en el mal de ojo o en la eficacia de los amuletos.

Análisis Del Nivel De Madurez Del Concepto

Por ejemplo, el animal que supone que el consumo de una determinada fuente de alimento provocó una enfermedad posterior, aunque carece de pruebas ciertas, está haciendo una suposición muy plausible que se adhiere a la ley de la naturaleza. Sin embargo, la superstición es la creencia de que un comportamiento o suceso particular tiene un efecto en el mundo que discrepa significativamente de una estimación lógica o científica razonable. La gente está dispuesta a creer en asociaciones falsas entre eventos que aparentemente no están relacionados (por ejemplo, usar calcetines de la suerte y hacer un jonrón) en un intento desesperado por obtener una ilusión de control (Carlson et al, 2009). Esto sugiere que la superstición funciona como un medio para reducir el estado estresante y que provoca ansiedad por falta de control o certeza sobre cómo funciona el entorno (Vyse, 1997). Las creencias y comportamientos supersticiosos no suelen considerarse aspectos particularmente relacionados con la naturaleza humana. Primero, sugiere que podemos mejorar nuestra comprensión de la superstición considerando la interacción entre nuestros sistemas de pensamiento “rápido” y “lento”. Una explicación del proceso dual puede ayudar a explicar por qué el pensamiento supersticioso está tan extendido.



La ansiedad, la tensión, la preocupación y los pensamientos obsesivos son signos de preocupación y podrían atribuirse o conducir a un comportamiento ritualizado más repetitivo que podría salirse de control si no se controla ni se trata. Hace unas semanas hubo tormenta en mi zona del bosque y tenía sentido para mí abrir mi paraguas antes de salir a la lluvia.

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Los estudios apuntan regularmente a efectos placebo (tanto positivos como negativos), que son causados ​​enteramente por el poder de las expectativas o ideas preconcebidas. Sin embargo, las supersticiones también pueden desempeñar un papel negativo en nuestras vidas, especialmente cuando se combinan con un mal hábito como el juego. Si es un jugador compulsivo y cree que puede tener suerte, entonces esa creencia puede contribuir a su problema. Las supersticiones que podrían considerarse “malas” suelen ser aquellas basadas en el miedo a lo desconocido. Estos incluyen supersticiones como tocar madera, arrojar sal por encima del hombro, caminar debajo de una escalera, un espejo roto, pisar una grieta, picazón en la palma izquierda y muchas otras.

• Esto sugiere que la superstición funciona como un medio para reducir el estado estresante y que provoca ansiedad por falta de control o certeza sobre cómo funciona el entorno (Vyse, 1997).
• Por ejemplo, un paciente que se niega a tomar su medicación y a seguir su régimen de tratamiento y piensa para sí mismo “Pase lo que pase”, en realidad está diciendo “Tome mi medicamento o no, lo que pase, pasará”.
• Puede que sea necesario considerar las posibles ramificaciones psicológicas del mantenimiento de creencias supersticiosas.
• Las supersticiones se han definido de múltiples maneras, una de las cuales es “una creencia o práctica resultante de la ignorancia, el miedo a lo desconocido, la confianza en la magia o el azar, o una concepción falsa de la causalidad”.

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